Colores prohibidos vuelve incluso cuando es puente. Tras la rima bochornosa, podemos ir directamente a lo importante: a lo que traemos esta semana. Por ejemplo, mucho kawaii, porque Kirby cumplió hace unos días veinticinco años, incluso si para él no pasan los años. También tenemos un documental sobre Arnold Schwarzenegger antes de ser el actor famoso que es hoy, un repaso de porqué es tan brillante el primer capítulo de la serie Sherlock y porqué Guardianes de la Galaxia vol. 2 podría habérselo ahorrado Marvel. Como básicamente casi todas las películas que han producido, por otra parte. Para rebajar eso tenemos una buena selección de mangas (y una novela) y, para acabar, Studio Suicide sigue en la brecha y, esta semana, traemos una combinación de post-rock con música folk coreana. O no. No exactamente.
En textos ajenos tampoco ha sido una mala semana. Aunque con menos vídeos de lo normal. Tenemos una entrevista al escritor Gonzalo Torné, un artículo sobre la dramaturga Sarah Kane y para acabar el anunciado primer acercamiento (público, al menos) a la no-ficción por parte de Cormac McCarthy. Para acabar, nada como un poco de videojuegos y cómo las comparaciones no son sólo odiosas, sino perniciosas para el arte.
Con eso concluye por hoy Colores prohibidos. O empieza. A partir de aquí, todos los links y los extractos para bucear por esta tímida, pero coqueta, selección semanal. ¿Y qué cabe esperar la semana que viene? Quién sabe. Quizás, incluyo haya alguna pequeña sorpresa.
Lo que hago
25 años de Kirby – ‘Kirby’s Dream Land’ y el sueño de un sólo botón de Masahiro Sakurai | Canino
Kirby, 25 años después de la salida de Kirby’s Dream Land, sigue en plena forma. No hay nadie más kawaii que él. Comiéndole tampoco puede ganarle nadie. Y si bien la gran mascota de Nintendo es Mario, en popularidad no le anda demasiado lejos. Por eso, ¿qué mejor forma de celebrar su cumpleaños que hablando de sus orígenes y su creador?
Cuando los dioses bajaron a Varsovia y alrededores: Baladinas y romances, de Ignacy Karpowicz | Goodreads
Thomas Pynchon tiene una notable influencia sobre la literatura contemporánea. Y no es para menos. Maestro de la palabra precisa, artesano de la frase intrincada y filósofo sin título, no hay página de Pynchon que pueda considerarse desaprovechada. No en lo técnico, dada su tendencia a tirar páginas y páginas en bellísimos equilibrismos no necesariamente conectados con la narrativa global de sus novelas.
Hasta aquí nada malo. De la belleza del artesano también se vive. Pero el problema llega cuando sus imitadores no entienden que los defectos del maestro sin sus virtudes no sirven para nada.
El Multiverso, de Grant Morrison | Goodreads
A Grant Morrison le pesa su obsesión. Su necesidad de volver constantemente al conflicto metatextual, al hecho de involucrar al lector activamente en la lectura —haciendo que sus tramas transcurran en los intersticios entre el mundo del cómic y el mundo real — , hace que, algunos de sus mejores trucos, acaben pareciendo agotados no porque ya no sean efectivos, sino porque ya los ha usado más veces de los que nuestra credulidad nos permite.
Algo triste, porque Morrison está lejos de ser un perro de un sólo truco.
Sherlock: Estudio en rosa, de Jay | Goodreads
Toda adaptación implica ir al núcleo de la idea. No quedarse con la traducción literal, sino intentar aprovechar el medio al cual se está adaptando para hacer algo que, al ser diferente, sea igual. Pero eso no significa que sea necesario que la adaptación no sea fiel al original. En ocasiones, la extrema fidelidad al original es el mejor modo de explorar las particularidades del medio.
Plinivs 1, de Mari Yamazaki | Goodreads
Gayo Plinio Segundo, autor de la hoy ninguneada Naturalis historia más conocido como Plinio El Viejo, es un autor muy poco leído hoy en occidente. Su combinación de estudio científico de la ciencia, mitología, historias personales y anécdotas le han otorgado el papel de fuente histórica irrelevante, sin que muchos puedan entender dónde radica su valor último: es un escritor.
Pumping Iron, de George Butler y Robert Fiore | Letterboxd
Existen mundos completamente ajenos al nuestro. Auténticos microcosmos donde las claves que hemos asumido como absolutas varían de tal modo que resultan esencialmente ininteligibles para cualquiera que no pertenezca a ellos. Y de vez en cuando, esos mundos impactan contra el nuestro.
Pumping Iron intenta transmitirnos eso. Cuál es la poética detrás del fisioculturismo. Qué lleva a un hombre a invertir horas de gimnasio en ser una mole muscular perfectamente definida cuyo volumen y simetría es tan inmensa como perfecta. Y para hacerlo, nos hace seguir los pasos del siete veces campeón del Mr. Olympia: Arnold Schwarzenegger.
Sherlock – A Study in Pink, de Paul McGuigan | Letterboxd
Hay obras que ya están quemadas. Clásicos de la literatura que, después de cientos, miles de adaptaciones, cualquier posibilidad de darles una vuelta de tuerca no es sólo absurda, sino que requiere detrás un artista realmente brillante para dotarles de una vida que ya sólo tienen en su obra original.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando la obra original es tan dependiente de un contexto que es imposible adaptarla? Que entonces sólo cabe inventarse algo diferente. Y eso hacen Steven Moffat y Mark Gatiss: Inventarse A Study in Pink .
Guardians of the Galaxy, vol. 2, de James Gunn | Letterboxd
No basta con tener talento. Ni siquiera con tener una gran idea. A veces, incluso con una técnica impecable es insuficiente. Es necesario saber mantener la coherencia, saber calibrar todo ello y darle la forma adecuada, intentando que las interferencias, personales o comerciales, no acaben lastrando el conjunto. Porque incluso cuando se es un artista imaginativo y un artesano impecable eso no significa que no pueda acabar saliendo todo rematadamente mal.
En Guardianes de la Galaxia 2 todo sale mal. Pero sale mal del modo más extraño, desquiciado y bochornoso: por pura saturación de buenas ideas.
Jambinai – Différance (2012÷2017) | Studio Suicide
Existen artistas que desafían toda categorización. Hacen música tan personal, tan desconectada de la experiencia común, que pretender usar etiquetas con ellos resulta absurdo. Si es que no insultante. A fin de cuentas, ¿es posible definir aquello que va más allá de todo lo que conocemos?
Lo anterior puede sonar pretencioso. Incluso absurdo. Pero es normal ponerse filosóficos para hablar de Jambinai
Y lo que se está haciendo
Sarah Kane y las encías de Antonin Artaud | El Estado Mental
«Si, como Artaud pensaba, los sueños, para ser libres, para ser reconocidos como verdaderos sueños, han de estar impregnados de crueldad y horror, si la verdadera sensación es una mordedura venenosa, el teatro de Sarah Kane es el templo definitivo de la confrontación con todo lo que nos hace animales sensibles y temerosos. Una mujer corriendo bajo una tormenta, una mujer gritando, una mujer que no mira atrás, una escritora al encuentro de la muerte sin vacilaciones, que deja poderosas huellas en un fango que acabará por tragársela viva».
Entrevista a Gonzalo Torné | Vicente Luis Mora. Diario de lecturas
«Bien mirado hubiese podido citar otros treinta novelistas que tengo presente cuando escribo. Aspiro a “dialogar” con tanta tradición como sea capaz de absorber. Es muy difícil hilar fino, depende un poco del libro, y, en cualquier caso, lo interesante es ver dónde nos separamos de los “maestros” y no donde los seguimos a pies juntillas. Si es que lo logramos, claro».
Picture in a Frame | Medium
«I think a lot about how we frame things. The way we present subjects can immediately change its perception. A change in headline can be the difference between someone engaging empathetically or turning away in disgust. It’s something that continually reappears within cultural discussions, and its important to helping define cultural attitudes».
The Kekulé Problem | Nautilus
«I call it the Kekulé Problem because among the myriad instances of scientific problems solved in the sleep of the inquirer Kekulé’s is probably the best known. He was trying to arrive at the configuration of the benzene molecule and not making much progress when he fell asleep in front of the fire and had his famous dream of a snake coiled in a hoop with its tail in its mouth — the ouroboros of mythology — and woke exclaiming to himself: “It’s a ring. The molecule is in the form of a ring.” Well. The problem of course — not Kekulé’s but ours — is that since the unconscious understands language perfectly well or it would not understand the problem in the first place, why doesnt it simply answer Kekulé’s question with something like: “Kekulé, it’s a bloody ring.” To which our scientist might respond: “Okay. Got it. Thanks.”».
Deja una respuesta