En este mundo en el que existimos estamos siempre a un paso de la aniquilación o la represión, nunca sabemos si mañana seguiremos teniendo todo lo que teníamos hoy. Esto lo sabe muy bien la artista M.I.A. y mejor aun lo plasma en su videoclip para la canción Born Free el polémico director Romain Gavras.
A un ritmo frenético vemos a un grupo paramilitar estadounidense asaltar un edificio utilizando toda clase de métodos expeditivos. A pesar de su brutalidad parecen no encontrar nada hasta que dan con lo que buscaban, varios pelirrojos en el edificio. De aquí, previo ataque con piedras al cowboy, los llevan a un campo de concentración donde les hacen correr por un campo de minas si no los ejecutan sin más antes. Toda esta brutalidad orquestada por el genial Romain Gavras se nos presenta como demasiado real, como factible, lo cual nos hace incomodarnos y hacernos revolvernos en nuestros asuntos. No nos molesta su violencia o su brutalidad, nos molesta la exposición tan clara de que en algún lugar del mundo una estampa similar a esa esta ocurriendo. Y con eso juegan tanto Gavras como M.I.A.
Mathangi Arulpragasam, M.I.A., es descendiente de una familia de expatriados de su país natal, Sri Lanka, por la persecución genocida que sufre en su país su etnia, los tamil. Todo genocidio en el mundo, aunque cambien los métodos, las victimas y las razones, es un acto de injusticia que remueve las entrañas del mundo. Así M.I.A. nos intenta recordar a las victimas de estas muertes absurdas porque solo podemos hacer justicia a los muertos en tanto recordamos la triste historia con la que desaparecieron del mundo. Así M.I.A. y Gavras nos van enseñando reflejos de todas esas victimas que creen debemos recordar cada día. El slogan Tiocfaidh ár lá del ejercito republicano irlandes, los niños pelirrojos con keffiya lanzando botellas a los coches blindados que ni se inmutan imitando a la resistencia palestina. Lo brutal e incomodo del video no son las imágenes sino lo que representan, lo que no queremos ver ni recordar, ese lado oscuro en el que el estado, en que las personas que lo conforman, deja de defender los derechos del ciudadano para ser el que vela por su completa exterminación.
Quizás la violencia fría, descarnada, vista desde lejos y con ojo clínico de Gavras sea demasiado virulenta y despersonalizada para la mayoría. Igualmente las letras y fuertes posicionamientos políticos de M.I.A. pueden no gustar a los más moderados, llegando incluso a molestar a más de uno sus formas, intenciones e incluso a quienes añade en estas. Pero de algo no cabe duda, lo inquietante del video es no querer admitir que siempre estamos a un paso de caer en eso si olvidamos a las victimas que ya lo han sufrido, sino hacemos justicia con nuestra memoria. Primero vinieron a por los pelirrojos, y yo no los defendí, porque yo no era pelirrojo.
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