Movimientos (totales) en el arte mínimo (XII)

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Fraction (en Fraction)
Shintaro Kago
2013

A ve­ces el fo­co de­ci­de si­tuar­se en las pe­ri­fe­rias de la nor­ma. Quizás por eso Shintaro Kago no só­lo ha­ya dis­fru­ta­do de re­cien­te po­pu­la­ri­dad en nues­tro país, sino que se ha asen­ta­do co­mo maes­tro den­tro de su cam­po: el ero-guro y la ex­pe­ri­men­ta­ción con el len­gua­je del có­mic. No le fal­tan ho­no­res pa­ra ser­lo. A pe­sar de que la tra­di­ción del ero-guro es des­co­no­ci­da en el país —si ex­clui­mos Suehiro Maruo y Edogawa Rampo, a los cua­les nun­ca se les ha da­do pe­so en el ám­bi­to cul­tu­ral, no se co­no­ce na­da — , al­go obs­ceno se­du­ce en su obra pa­ra que crí­ti­ca y pú­bli­co coin­ci­dan en las bon­da­des de un au­tor que cul­ti­va lo que, en teo­ría, es un man­ga de nicho. 

Fraction es in­tere­san­te por aque­llo que tie­ne de ra­re­za in­clu­so pa­ra la obra del au­tor, no en tan­to se ale­ja del ero-guro por­que no lo ha­ce, co­mo que des­de él se su­mer­ge en el mis­te­rio; en el mis­te­rio y en la meta-textualidad. Siguiendo los pa­sos de un ase­sino en se­rie en ca­da ca­pí­tu­lo, en el si­guien­te nos en­con­tra­mos con Kago ex­pli­can­do sus te­sis so­bre las con­di­cio­nes par­ti­cu­la­res del mis­te­rio co­mo len­gua­je en la fic­ción en ge­ne­ral y en el có­mic en par­ti­cu­lar: su vir­tud, es que fun­cio­na co­mo es­pe­jo de to­do aque­llo que sir­ve co­mo na­rra­ción de for­ma pri­ma­ria. Si se que­da­ra ahí, no se­ría in­tere­san­te. Al im­bri­car am­bas his­to­rias ha­cien­do que per­te­nez­can al mis­mo uni­ver­so, es cuan­do lle­ga al pun­to de me­ta­tex­tua­li­dad don­de se con­fun­den los di­fe­ren­tes ni­ve­les. Sus ex­pli­ca­cio­nes nos sir­ven pa­ra ex­pli­car la cons­truc­ción del re­la­to pe­ro tam­bién pa­ra co­no­cer el cri­men, do­tán­do­lo de sig­ni­fi­ca­do di­fe­ren­te en el pro­ce­so: to­da meta-explicación só­lo es vá­li­da en tan­to no ex­pli­ca, sino que do­ta de nue­vo sig­ni­fi­ca­do, al subtexto.

Juega con no­so­tros, pe­ro no ha­ce tram­pas. Si se si­gue con de­te­ni­mien­to, se pue­de an­ti­ci­par cuan­do es­tá ex­pe­ri­men­ta­do con nues­tra per­cep­ción, ¿una fi­gu­ra es­tá mal di­bu­ja­da o es que ocu­rre al­go ra­ro con esa persona?¿Por qué al­gu­nos per­so­na­jes re­pi­ten pos­tu­ras o nun­ca son en­fo­ca­dos de cin­tu­ra pa­ra aba­jo (o no lo son a par­tir de cier­to mo­men­to)? Nos ex­pli­ca sus ex­pe­ri­men­tos y, si los se­gui­mos, com­pro­ba­re­mos que no hay un gi­ro de guión: es­ta­ba to­do ahí des­de el principio.

Si el va­lor con­fe­ri­do a Shintaro Kago es por ex­pe­ri­men­ta­dor, en­ton­ces Fraction es la me­jor obra meta-experimental que ha co­no­ci­do el manga.

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