subiendo de nivel

Lo di­fi­cil no es em­pe­zar sino man­te­ner­se y si al­go sa­be bien es­to es el em­po­rio que for­ma, a su ca­be­za, es­te hu­mil­de blog que es­tán vi­si­tan­do, The Sky Was Pink. Y hoy es­ta­mos de ce­le­bra­ción por­que él cum­ple ya un año y pa­ra ce­le­brar­lo na­da me pla­ce­ría más que nos si­gan por es­ta se­lec­ción mu­si­cal que res­ca­ta bas­tan­te bien el es­pí­ri­tu de es­te, en oca­sio­nes, de­men­ta­do espacio.

Nathan Fake — The Sky was Pink (Icelandic Version)

Nada me­jor pa­ra em­pe­zar que la can­ción que da nom­bre al blog. Una can­ción de mi­ni­mal ele­gan­te con un to­que os­cu­ro y ele­gan­te que me ob­se­sio­na­ría du­ran­te al­gún tiem­po has­ta el pun­to de lla­mar al blog co­mo la pro­pia can­ción. La ver­dad es que creo que el tono que de­sa­rro­lla, siem­pre pau­sa­do y os­cu­ro, se ajus­ta bien a mis in­ten­cio­nes pre­té­ri­tas de que fue­ra es­te es­pa­cio. Si las he con­se­gui­do o no, la ver­dad, no es al­go que me preo­cu­pe en lo más mínimo.

Cubismo Grafico — Mississipi One

Festivo y de­li­ran­te Cubismo Grafico de­sa­rro­lla una can­ción de pu­ro loun­ge don­de nos evo­ca una idí­li­ca a la par que ex­tra­ña fies­ta en una pa­cí­fi­ca pla­ya ca­ri­be­ña. Esta cla­ve des­en­fa­da­da, ex­tra­ña y ab­sur­da, mez­cla de un po­pu­rrí de co­sas, es la otra ca­ra del blog, un cú­mu­lo ab­sur­do y de­li­ran­te que in­ten­ta re­sul­tar ho­mo­ge­neo y agra­da­ble tan­to al lec­tor co­mo a mí mis­mo. ¿Qué se­ría de no­so­tros sin es­tos pe­que­ños mo­men­tos de delirio?

Tsukimono — Gloomy Sunday

La pe­cu­liar ver­sión de la can­ción hún­ga­ra del sui­ci­dio que rea­li­za Tsukimono es ca­paz de hun­dir­nos en el más ab­so­lu­to de los po­zos os­cu­ros. No so­lo eso, ade­más de­trás de ella in­ven­ta una crí­ti­ca, una for­ma de exis­tir más allá acep­tan­do la os­cu­ri­dad la­ten­te den­tro de los co­ra­zo­nes de la gen­te, in­clui­dos el nues­tro pro­pio. Apropiada te­má­ti­ca que he­mos abor­da­do en va­rias oca­sio­nes aquí y que con­si­de­ro un ele­men­to definitorio. 

Marlon Dean Clift — Single: The Curse

Siempre que es­toy tris­te al­guien me acom­pa­ña me­ta­fó­ri­ca y li­te­ral­men­te, ese es Marlon Dean Clift. Su mú­si­ca fue­ra una ins­pi­ra­ción pri­me­ra, des­pués su pod­cas al cual, co­mo ya de­be­rías sa­ber, asis­tí y el ac­tual­men­te es un buen co­le­ga con el cual siem­pre apren­do al­go nue­vo. El va­lor que su­po­ne pa­ra el blog es in­cal­cu­la­ble, ha da­do pa­ra va­rias en­tra­das y ade­más, ha atraí­do gen­te, pe­ro eso no es lo más im­por­tan­te. Lo más im­por­tan­te es que quien sa­be, qui­zás sin él es­te blog nun­ca hu­bie­ra existido.

Los Webeloss — Halloween

Canción bur­da, fá­cil y mal to­ca­da del me­jor gru­po pa­trio de punk, Los WebeloSS. Con Halloween con­si­guen cap­tar per­fec­ta­men­te la esen­cia de ha­llo­ween, la bar­ba­ri­dad, el de­sen­freno, el des­pi­po­rre y pa­sár­se­lo bien. Si te­ne­mos que de­cla­rar una fies­ta co­mo la ofi­cial de es­ta ca­sa se­ría, sin nin­gu­na du­da, ha­llo­ween. Y és­te se­ría su himno.

The Blood of Heroes — Transcendent

Mi com­pro­mi­so pa­ra con la mú­si­ca más ex­tre­ma y ex­tra­ña ha si­do siem­pre uno de los pun­tos que más he de­fen­di­do. Después su va­lor in­trin­se­co más allá in­clu­so de lo mu­si­cal tam­bién ha es­ta­do siem­pre co­mo un pun­to de­ter­mi­nan­te en mi agen­da. Ambos as­pec­tos los cum­ple a la per­fec­ción la épi­ca y mís­ti­ca Trascendent de The Blood of Heroes. Pura ne­gri­tud con una can­ción que nos ele­va ha­cia una ilu­mi­na­ción bru­tal y des­car­na­da. Justo el ti­po de ilu­mi­na­ción que nos gus­ta aquí, la que ocu­rre a ba­se de hostias.

Avengers in Sci-Fi — Hal The Shoegazer

Tierna, tris­te y os­cu­ra son los ca­li­fi­ca­ti­vos más ade­cua­dos pa­ra la pre­cio­sa y per­fec­ta Hal The Shoegazer. Y es que, no nos en­ga­ñe­mos, aquí tam­bién te­ne­mos co­ra­zon­ci­to y nos de­ja­mos lle­var por te­má­ti­cas sen­si­bles, in­clu­so ado­les­cen­tes, sien­do una pre­di­lec­ción per­so­nal el me­lo­dra­ma su­til que tan bien sa­ben eje­cu­tar los asiá­ti­cos. ¿Qué más da que esos asiá­ti­cos sean Avengers in Sci-Fi o Aoi Haru? La cues­tión es que nos ena­mo­ra la sen­si­bi­li­dad nipona.

Joy Disaster — Lobotomy

Hace no de­ma­sia­do cree mi tumblr de mú­si­ca, Hellfire Within Me, el cual ha te­ni­do un mo­de­ra­do pe­ro in­tere­san­te éxi­to. El pri­mer gran éxi­to fue con Joy Disaster es­pe­cial­men­te gra­cias a la gen­te del Focoforo, los cua­les apo­ya­ron en pri­me­ra ins­tan­cia al tumblr, por lo cual des­de aquí les doy las gra­cias. Por lo de­más Lobotomy es una can­ción fre­né­ti­ca de un post-punk si­nies­tro bru­tal y que en­ca­ja per­fec­ta­men­te con el men­sa­je po­lí­ti­co que arro­ja­mos des­de aquí, la lo­bo­to­mía man­da en la sociedad.

Pride of Mind — The Sky was Blue ~My Supreme Love~

Finalmente so­lo me que­da agra­de­cer a to­dos los que ha­céis es­te blog po­si­ble, los que lo leéis, os co­noz­ca o no y tam­bién, cla­ro es­ta, a to­da la gen­te a mi al­re­de­dor que me ani­ma a es­cri­bir y no de­ja que aban­do­ne es­to, ca­da día. No me ha­gáis de­cir nom­bres, vo­so­tros sa­béis quie­nes sois. Por eso os de­di­co a to­dos vo­so­tros es­ta can­ción y de pa­so, al blog, por­que si el cie­lo era ro­sa aho­ra, el cie­lo era azul y lo úni­co que nos que­da es el con­fiar en el otro. En la me­dia­no­che lo úni­co que nos que­da es el amor del ab­so­lu­ta­men­te otro.