El humor japones, como todo humor, se circunscribe dentro de ciertos tics propios de la región donde se cultiva tal humor. Así su humor suele ser hiperbólico, exagerado y absurdo cosa que nos demuestran en su gloriosa parodia de los tokusatsu, 5 Rangers.
El villano, Dokuro-chan, intenta hacer de una pobre chica su esclava sexual abusando de ella hasta que llegan los 5 Rangers para impedirlo. Todo se mueve por el sketch burdo de los 5 Rangers apareciendo con ridículas e inapropiadas vestimentas para el género. Desde Cítrico hasta Big Boobs pasando por Kill Red Ranger todo es una exhibición de esperpentos por los cuales Dokuro-chan se niega a luchar con ellos. Si además sumamos a la ecuación unos diálogos de pura imbecilidad denotativa de lo ridículo de la situación y que está todo grabado en una única toma tenemos una comedia definitiva. Todo error, toda improvisación, pasa a ser parte del enorme y magistral chiste que se va desarrollando en los imbeciles y nunca concluidos con satisfacción cambios de vestimenta de los héroes. Aun encima dan con una explotación continua de referencias pop japonesas que, a pesar de que puede dificultar la comprensión al no-nipón, solo hace que la meta-lógica de la serie se refuerce en su propia sublime ridiculez.
Humor absurdo, referencias pop y escatología conforman una comedia descacharrante para una generación crecida o bien con los Power Rangers en Occidente o bien con Super Sentai en Oriente. El humor, al final, aunque absurdo, es un idioma parcialmente universal.
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