carne, silicona y rituales

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A lo lar­go de una vi­da las per­so­nas van con­for­mán­do­se sus pro­pios de­ta­lles que les dan per­so­na­li­dad y vi­da. Algunas arru­gas, lu­na­res o ci­ca­tri­ces son nues­tra mar­ca de gue­rra del tiem­po. Sin em­bar­go tam­bién se na­ce con otra se­rie de co­sas que no nos gus­tan, pe­que­ños de­fec­tos que nos de­fi­nen a tra­vés de un error de fá­bri­ca. Pero la car­ne plas­ti­fi­ca­da, la car­ne co­mo he­rra­mien­ta es­té­ti­ca, es el pá­ni­co y el de­seo del hom­bre moderno.

En el bre­ví­si­mo do­cu­men­tal Honey Pie nos en­se­ñan co­mo se crea una mu­ñe­ca rea­lis­ta pa­ra adul­tos. Su cons­truc­ción ar­te­sa­nal, pie­za a pie­za, es un si­nies­tro pa­ra­le­lis­mo de una hi­po­té­ti­ca cons­truc­ción di­vi­na del hom­bre, pie­za a pie­za. Sus ex­pre­sio­nes ca­ren­tes de vi­da, las par­tes de cuer­po sin usar or­ga­ni­za­das y guar­da­das, las ca­ras ex­pues­tas y los cuer­pos aun sin ter­mi­nar col­gan­do con­for­man es­te gro­tes­co es­pec­tácu­lo. No es­ta­mos vien­do so­lo mu­ñe­cas se­xua­les, es­ta­mos vien­do ému­los de se­res hu­ma­nos crea­dos con ar­mo­nía ab­so­lu­ta, sin má­cu­la con­ce­bi­dos. Así ve­mos co­mo van con­for­man­do la car­ne, la nue­va car­ne, de unos se­res hu­ma­nos fí­si­ca­men­te per­fec­tos he­chos a me­di­da de un so­li­ta­rio cua­ren­tón de Iowa. En un tiem­po en el que las mu­je­res se vuel­ven se­res más al­quí­mi­cos que hu­ma­nos a tra­vés de la cien­cia, el ho­muncu­lo se mi­me­ti­za con el mortal.

En una tie­rra don­de la car­ne pa­sa a ser un tri­bu­to pa­ra la so­cie­dad y las ex­pec­ta­ti­vas es­té­ti­cas se tor­nan sue­ños crue­les el si­guien­te pa­so es el dop­pel­gän­ger, el do­ble. Pero no uno exac­to a no­so­tros, sino uno que so­lu­cio­ne to­dos los de­fec­tos que ate­so­ra­mos en nues­tros cuer­pos. La so­cie­dad exi­ge nues­tro ser en un ri­tual imposible.

Comentarios

Una respuesta a «carne, silicona y rituales»

  1. Avatar de Chris Waltz

    Habrá que echar­le un vis­ta­zo, coin­ci­dien­do con el es­treno de Air Doll.

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