Once semanas después, continúa Colores prohibidos. Sin novedades de entidad: sólo volviendo. Que no es poco. No por nada, volver semana a semana, cribar el contenido a compartir e ir tomando nota de todo lo que se va publicando de cuanto escrito es también un trabajo en sí mismo.
¿Qué tenemos esta semana? Por el lado del cine tenemos un díptico sobre Trainspotting, otro breve comentario sobre John Wick —porque, como ya sabrá cualquiera que lleve un tiempo por aquí, me gusta mucho John Wick— y, ahora que vuelve a estar de moda por el estreno de su tercera temporada, unas palabras sobre el episodio piloto original de Twin Peaks. Por el lado musical toca hablar del excelentísimo 3 de Tricot y en Taxidermias concretas mezclamos lo divino con lo profano, el pop con el noise, hablando de lo último de Asako Toki a la par que de uno de los innumerables discos de Merzbow. Para rematar, tenemos un ensayo largo sobre la relación entre la opera y el videojuego a la luz de Final Fantasy VI, específicamente de una de sus escenas más recordadas y queridas: la del secuestro en la ópera.
Además en los artículos recomendados, lo que se está haciendo, tenemos post-censura, artistas japoneses inspirados por Goya, cine sobre tiroteos y conspiraciones y al maestro Katsuhiro Otomo. No se puede decir que no venga variadito. Con eso, además de recordando que la semana que viene habrá de volver la sección otra vez, acaba otra entrega más de Colores prohibidos. ¿Acaba? No. Ahora queda lo mejor. Disfrutar de todo lo que hemos recopilado aquí para vosotros.
Lo que hago
Trainspotting, de Danny Boyle | Letterboxd
Las películas, como las personas, evolucionan. Aunque el núcleo es siempre el mismo, ya que tienen aspectos estructurales por los cuales son reconocibles incluso años después de haberlas conocido, sus formas subsidiarias van mutando. Tomando otras formas. De ahí que, las buenas películas, como las personas interesantes, son aquellas que, aun siendo siempre reconocibles, nunca sabemos cómo van a ir evolucionando con el tiempo.
En ese sentido, Trainspotting ha sido para mí tres películas distintas. No es la misma película la que vi de adolescente, la que vi de universitario y la que he visto ahora. No porque la película haya cambiado, tampoco porque lo haya hecho yo; es sólo que ambos hemos evolucionado: yo he descubierto otras facetas de mí mismo, del cine y del mundo; ella debe enfrentarse al hecho del paso del tiempo, no ser la dona prima de la novedad y el marketing necesario. En otras palabras, en cada encuentro, nuestras circunstancias han sido diferentes. Y como tal, cuánto hemos podido o no querernos también ha sido diferente.
T2 Trainspotting, de Danny Boyle | Letterboxd
Elegir la vida también significa tener a quién aferrarse. Y saber cómo hacerlo.
Aunque Trainspotting acababa con Mark Renton huyendo hacia ninguna parte, toda la película giraba alrededor de la misma idea: somos aquello que nos rodean. Y por extensión, no somos ni mejores ni peores que las influencias de las que sepamos, o podamos, apropiarnos.
John Wick Chapter 2, de Chad Stahelski | Letterboxd
Esos pequeños detalles. Ese cuadro, esa estatua, ese nombre. Ese gesto sutil, esa imagen de fondo, eso que sólo se ve por el rabillo del ojo. Ese disfrutar pausando, haciendo capturas de pantallas, pensando en cómo han hilado tal subtrama con el conflicto principal para mantenerte siempre dentro, bien cogido por los huevos, para que no sientas que hay ni un sólo segundo fuera de sitio. Porque todo lo que es sensorial y apabullante en la primera vuelta, es lo que se gana en la segunda en lo que ya era evidente en la primera, pero se vuelve acuciante en la segunda: su pulso perfecto, su necesidad de que todo esté conectado sin permitir que haya un sólo hueco que de posibilidad de fuga.
Twin Peaks, de David Lynch | Letterboxd
A Lynch le han caído muchas etiquetas estúpidas. Pero la más estúpida de todas, es que su cine no tiene sentido.
Nuestros cerebros son bastante simples en sus preferencias. Les gustan las repeticiones, la causalidad y las historias. Si una historia nos resulta familiar, mejor. Si además es impactante, miel sobre hojuelas. Pero algo que sólo ocurre una vez o que no tiene sentido alguno es algo que nuestro cerebro no puede asimilar bien. Nuestro cerebro funciona a base de códigos estrictos. Repetición. Causalidad. Impacto. Esos son los tres elementos que debe tener toda buena historia. ¿Repetimos? Eso causaría impacto en nuestros cerebros. Y sería una buena historia: aprender algo.
De la ópera al videojuego. O cómo Final Fantasy VI nos hace pensar en los límites del medio | Presura
No poca gente cree que el medio más cercano al videojuego es el cine. Ya que comparten no pocos rasgos (imagen, sonido y montaje), aunque difieran en el más importante (la interacción), tiende a verse entre ellos un aire de familia que ha llevado al videojuego a adoptar ciertas formas propias del cine. Nada raro hasta aquí. A fin de cuentas, imitar los usos del cine desde el videojuego es bastante sencillo. El problema es que el cine no es el medio al que más se parecía en origen. Dadas las limitaciones técnicas con las que nació, el medio al que más se parecía era la ópera.
Tricot — 3 (2017) | Studio Suicide
Aceptemos un axioma doloroso: hacer pop es difícil. Conseguir que algo suene melódico, que interpele al público y que además no sea exactamente igual que todas las demás canciones pop>/i>, es un trabajo arduo. A fin de cuentas, hablamos de algo cuya belleza no puede ser intelectual, no puede radicar en reconocer lo complejo de sus escalas o lo innovador de su sonido, sino que debe sonar, objetivamente, bonito.
Taxidermias concretas vol. IV | Studio Suicide
Si en un disco juntas a Mats Gustafsson, Balázs Pándi y Thurston Moore ese disco se convierte, automáticamente, en algo a seguir de cerca. Salvo si el perpretrador es Merzbow. Entonces, como por arte de magia, a nadie le importa lo que haga. Y si bien Cuts of Guilt, Cuts Deeper es adusto, árido y difícil, también es una impresionante pieza de noise que fusiona lo mejor del free jazz con el ruidismo habitual del japonés. No tan redondo como An Untroublesome Defencelessness, pero aun así, un pequeño gran tapado.
Y lo que se está haciendo
Escenas de la guerra cultural en el extremo centro comercial | CTXT
«El núcleo del libro de Soto Ivars, y de todo el tinglado informativo que se ha montado a su vera, es el concepto de “poscensura”: “Un sistema represivo que no requiere leyes ni Estado censor, y que impone sus prohibiciones infundiendo el miedo a ser catalogados como traidores” (“De la posverdad a la poscensura: obsesionados con no ofender”, El Mundo, 30 de abril de 2017). En numerosos artículos y entrevistas ha glosado Soto Ivars ese concepto, alertando de una proliferación de “linchamientos digitales” que “amenaza con enmudecernos a todos”: “Ser criticado, atacado, insultado, boicoteado, condenado, multado, penado, despedido de tu empleo… Eso sucedía antes con la censura franquista, y ahora con la poscensura” (La Vanguardia, 11 de mayo de 2017). Aunque menudea con casos de “poscensura” de derechas o conservadora, es más generoso en ejemplos de intolerancia de izquierdas, esto es, “linchamientos” contra personas calificadas de machistas, racistas u homófobas por parte de “pajilleros de la indignación”».
‘Newtown’ – Política, periodismo y cine sobre el tiroteo que nunca existió | Canino
«La masacre de Newtown ‑el asesinato de veinte niños y seis adultos en la escuela primaria Sandy Hook- está considerada como la matanza más sangrienta de la historia jamás producida en un centro escolar. Pero para muchos aquel suceso nunca tuvo lugar. Lo que aconteció aquel 14 de diciembre en Newtown no fue otra cosa que unas de las conspiraciones mejor hiladas de la historia americana. Una conspiración que ha acabado salpicando hasta al mismísimo Donald Trump».
Las pinceladas barrocas de un japonés que lo dejó todo atrás deslumbrado por Goya y Velázquez | El País
«En 1974, cuando el pintor Yasumasa Toshima se fue a vivir a Madrid, el billete de máxima denominación permitido en España era de mil pesetas. La economía japonesa era la número uno y los japoneses dictaban tendencias mundiales en tecnología, modelos de producción y consumo. El yen era omnipotente y la manera más segura de hacerlo rendir era invertir en las etiquetas más prestigiosas del momento: Chanel, Mercedes Benz, Manhattan y Picasso».
Katsuhiro Otomo On Creating “Akira” And Designing The Coolest Bike In All Of Manga And Anime | Forbes
«For most people outside of Japan, Akira is probably their first contact with the world of manga and anime. The original manga is an epic work and the movie is arguably one of the finest animated films ever made. So it seemed entirely necessary to meet up with the creator Katsuhiro Otomo at his home in Tokyo to discuss all of his work».