el reconocimiento en la cacería

null

El hom­bre es un eterno pro­yec­to, es una ca­ce­ría en la cual cuan­do se ca­za la pie­za que de­sea­mos bus­ca­mos la si­guien­te pie­za pa­ra ci­men­tar a tra­vés de ella nues­tra vi­da. Sin es­ta ca­ce­ría nues­tra vi­da ca­re­ce de sen­ti­do. Si al­guien co­no­ce bien las ca­ce­rías ese es Kraven y por eso aten­de­mos a La Última Cacería.

De una vez por to­das Kraven se de­ci­de a dar ca­za a Spiderman, pe­ro no quie­re ma­tar­lo, so­lo quie­re atra­par­lo, ha­cer su tra­ba­jo y de­rro­tar a los enemi­gos que el no pu­do. Quiere de­mos­trar que el es más y me­jor Araña que el. Así el gran lo­gro de es­te có­mic es la cons­truc­ción de un per­so­na­je pro­fun­da­men­te hu­mano y com­ple­jo de un pa­té­ti­co se­cun­da­rio cu­tre. Kraven ne­ce­si­ta de­mos­trar que es su­pe­rior, su pro­pó­si­to en la vi­da es de­mos­trar que es el úl­ti­mo ca­za­dor, el úl­ti­mo gue­rre­ro, el úl­ti­mo amo. De es­te mo­do va en­con­tran­do nue­vos pro­pó­si­tos pa­ra cons­truir­se en una nue­va pie­za que ca­zar, la pie­za más di­fi­cil. Al fi­nal de su vi­da, cuan­do ya no que­da más que la de­ca­den­cia, se es­ta­ble­ce la úl­ti­ma ca­za: ca­zar y ser la Araña, triun­fan­do don­de tan­tos fue­ron de­rro­ta­dos. Pero jus­to aquí, en es­te mo­men­to, com­pren­de que es­te tour de for­ce que es la vi­da es de to­dos, pa­ra to­dos y lo me­jor que le ha po­di­do pa­sar es te­ner el más digno de los ri­va­les po­si­bles. No es Kraven quien in­mor­ta­li­za su ser co­mo amo, que se ha en­fren­ta­do a la muer­te, me­dian­te la vic­to­ria an­te Spiderman. Es Spiderman co­mo es­cla­vo que ha ro­to las ca­de­nas, que ha es­ca­pa­do de la muer­te, quien le re­co­no­ce: Kraven es des­de y por Spiderman.

Llegado es­te mo­men­to no tie­ne sen­ti­do que Kraven si­ga ca­zan­do, ha cum­pli­do to­do cuan­to de­bía cum­plir en la vi­da y, lo que es más im­por­tan­te, ha com­pren­di­do el au­tén­ti­co sen­ti­do de la ca­za. Desde la me­mo­ria de sus ataú­des os en­se­ña­rán el ca­mino ha­cia el ser.

Comentarios

2 respuestas a «el reconocimiento en la cacería»

  1. Avatar de HLC

    Kraven es uno de los al­ter egos más for­mi­da­bles a los que se ha en­fren­ta­do el hom­bre ara­ña. Es la dua­li­dad del sú­per hé­roe, el cual no ten­dría ra­zón de exis­tir sin los supervillanos.

    Y más salu2.
    Nos lee­mos por esos ci­ber­ma­res de­ja­dos de la mano de dios 😉

  2. Avatar de Jean-Luc de Kodamá Mortem

    Sin du­da al­gu­na Kraven es uno de los más in­tere­san­tes, pe­ro pre­ci­sa­men­te por su ca­ren­cia de po­de­res más allá de su fí­si­co y su te­són por de­mos­trar que es me­jor que Spiderman. Son dos ca­ras de una mis­ma mo­ne­da, dos to­tems he­roi­cos con di­fe­ren­tes fines.

    Un sa­lu­do a ti tam­bién y gra­cias por el comentario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *